En 1952 Hubert Givenchy abría su salón en París, convirtiéndose en el más joven de los grandes modistos de la época. De porte aristocrático Givenchy creaba colores frescos y patrones divertidos que renovaban la alta costura. No se consideró un modisto revolucionario sino que él mismo buscaba la perfección en sus diseños. Diseños de corte y acabado que se elevan a un arte; siempre fiel defensor de la alta costura clásica.
Givenchy vivió la "belle époque" a la sombra de modistos que eran considerados los mejores, Balenciaga y Dior, hasta que empezó a vestir a Audrey Hepburn.
La protagonista de muchas de nuestras películas favoritas alcanzó una gran amistad y fidelidad con el modisto, que empezó a vestir a la estrella tanto en la gran pantalla como en su vida privada.
Audrey Hepburn consigue imponer su imagen sofisticada desde "Vacaciones en Roma" hasta "Dos en la carretera" donde rompe su larga fidelidad con Givenchy para vestir creaciones de Ken Scott, Mary Quant y Paco Rabanne.
Esto fue el pasado..... ahora la casa Givenchy ve la moda de una manera más vanguardista, a cargo del italiano Riccardo Tisci, lanza unas colecciones menos sutiles y con un glamour fusionado con muy distintas influencias. Las últimas colecciones se han basado en patrones desestruturados y colores neutros.
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